En la exposición de clase dedicada a la violencia de género, participaron Mari Carmen Salas y Lucía Sánchez, las cuales trataron de explicar todos los aspectos interesantes sobre dicha temática a través de sus explicaciones, videos, escenas de dibujos animados (para conocer la evolución de la mujer a lo largo de la historia), una dinámica sobre cómo podríamos ayudar a una mujer víctima de maltrato y por último, nos enseñaron una grabación, donde salía la directora de la Fundación Ana Bella, una señora la cual ha sufrido violencia de género y ahora se dedica a ayudar a mujeres que están pasando por su misma situación.
Antes de seguir avanzando, es importante conocer bien el concepto de violencia de género, pues toda la entrada girará en torno a esta denominación. Según la Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de Medidas de Prevención y Protección Integral contra la Violencia de Género, se entiende como tal aquella manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Comprende cualquier acto de violencia basada en género que tenga como consecuencia, o que tenga posibilidades detener como consecuencia, perjuicio o sufrimiento de la salud física, sexual o psicológica de la mujer, incluyendo amenazas de dichos actos, coerción o privaciones arbitrarias de su libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada.
La violencia de género puede ser de diversos tipos:
- Abuso físico: a través de golpes, privación de satisfacer necesidades…
- Abuso emocional, verbal y psicológico: amenazas, humillaciones, aislamiento…
- Abuso sexual: se obliga a la mujer a hacer prácticas sexuales sin ella querer.
- Abuso ambiental: se basa en no respetar el entorno de la mujer ya sea interrumpiendo su trabajo, destruyendo sus objetos…
- Abuso financiero: no proveer a la mujer el dinero, ocultarle sus ganancias, eliminar su dependencia económica…
Según algunos datos estadísticos, a violencia de género es mayor en mujeres entre los 41 y los 64 años; el 69,8% están casadas; el 73,7% tienen hijos (suelen ser la clave por lo que las mujeres no denuncian). Además, las víctimas de ciudades mayores suelen tener más conciencia de su situación y la mayoría no trabajan.
Ahora nos preguntamos, ¿Por qué una mujer maltratada permanece en convivencia con una persona que le agrede desde hace años?
Según la Teoría del Ciclo de la Violencia, el maltrato pasa por tres fases:
1ª Fase: Tensión controlada (el agresor tiene cambios bruscos, solo se enfada)
2ª Fase: Pérdida de control (con la acumulación de la fase anterior, el agresor “explota” y agrede)
3ª Fase: “Luna de miel” (el agresor pide disculpas, le hace regalos a la mujer…) pero esto ocurre durante poco tiempo porque otra vez vuelve a hacer lo mismo.
Bajo mi punto de vista, aunque estoy de acuerdo con esta teoría, añado que la mujer sigue en convivencia con la persona que le agrede porque le da miedo denunciar, vaya a ser que la repercusión posterior del marido sea aún peor, es decir, muchas no recurren a la denuncia por temor a lo que pueda suceder después. Además, si hay hijos por medio, la mujer se niega aún más a dar el paso, pero no se dan cuenta que si el menor presencia esos golpes y los maltratos que el marido da a su mujer, los factores de riesgos aumentarán en los menores. Como dijimos en clase, en la mayoría de los casos, los hijos repiten la conducta de su padre (en el video se reflejaba cómo una menor agredía a su muñeca después de haber visto a su padre maltratando a su madre)
Además, la mayoría de estas mujeres, víctimas de violencia de género, no buscan soluciones porque ven el problema como algo normal o en muchos casos, porque les da vergüenza denunciar o ellas mismas se sienten culpables (pierden la personalidad).
Al respecto, añadir que la falta de apoyo institucional es un factor muy importante y que si no se cumple las expectativas puede empeorar la situación de las víctimas. Es duro decirlo pero años anteriores la sociedad apenas se preocupaba por temas de violencia de género, aunque hay que decirlo que actualmente la mujer está siendo bastante protegida y se les dota de recursos para prevenir situaciones de este tipo. Pero para ello, la mujer debe ser la que dé el paso y denunciar y será entonces cuando se establezcan las medidas necesarias para luchar contra esa violencia. Por el contrario, si la mujer no da este paso, no se procede a nada.
Desde la Asociación Ana Bella, se están llevando a cabo cuatro programas que a pesar de ser diferentes, se sigue como un proceso donde se intercalan los cuatro. Éstos son los siguientes:
- Programa Amiga: atención psicológica, apoyo emocional, resolución de problemas.
- Amiga Emplea: formación e inserción laboral.
- Testimonios positivos: potencian los valores positivos de las mujeres víctimas violencia de género para que entre todas actúen como agentes sociales hacia la igualdad.
- Rama: red de apoyo a mujeres maltratadas. Se canalizan las habilidades positivas de las mujeres que han superado situaciones de violencia de género para llegar a aquellas que no denuncian, creando redes de confianza y apoyo mutuo.
En definitiva, ya he comentado más arriba que la situación de la mujer ha cambiado en los últimos años, pues están muy respaldadas por la Policía y Guardia Civil y una vez que deciden denunciar, se toman todas las medidas necesarias para la protección de la mujer (teléfono de emergencia, orden de alejamiento, viviendas tuteladas madres con hijos…). Además, cada vez son más las mujeres que se deciden a denunciar y la población está muy informada y concienciada sobre el problema. Por ello, animo a que esto siga adelante, que se siga haciendo esta gran labor sobre el tema de violencia de género y que cada vez seamos más las personas que nos unamos a esto para que entre todos consigamos erradicarla.
Para ello, sería también conveniente que exista una concienciación y sensibilización del tema desde edades más tempranas porque esa labor que en el párrafo anterior dijimos se está llevando a cabo sobre todo con personas adultas, y no nos damos cuenta que los adolescentes serán la futura generación y según lo que estamos viviendo (y lo digo porque soy joven y sé muy bien como está la vida), las niñas de hoy en día prefieren los niños chulos y fuertes, que suelen ser los más violentos. Por tanto, considero que el tema debería trabajarse en los institutos, colegios y universidades para sensibilizar al colectivo de jóvenes sobre el problema de violencia de género. De ahí, la importante función del educador social en este tipo de centros.
A todo esto me gustaría comentar que en las prácticas de laboratorio de Sociología, llevamos a cabo un grupo de discusión con este temática y a mí me toco desempeñar el papel del hijo de la víctima. Para ello, estuve buscando información el día anterior y pude comprobar que es uno de los principales sufridores de esta violencia, de ahí que sea muy importante la intervención de profesionales con estos niños que sufren de primer orden la violencia de su padre hacia su madre. De hecho, en el grupo de discusión también se hizo bastante hincapié sobre esto, pues es interesante tratar con estos niños a tiempo, porque luego pueden dejarles secuelas que difícilmente podrán borrar. Además, también puede correr el peligro que en un futuro, estos niños repitan las conductas que han visto en sus padres, al considerar los comportamientos violentos como algo normal de la vida familiar.
Antes de terminar, según lo aprendido en la última dinámica, me gustaría dejar aquí todos los pasos que debemos seguir para ayudar a una persona que ha sido maltratada.
En primer lugar, como profesionales, le diríamos que acudiera a los Servicios Sociales Comunitarios, Servicios Sanitarios, Instituto Andaluz de la Mujer o a medidas judiciales para detectar el caso.
Si se trata de una situación de urgencia, haríamos una intervención con el Modelo en Crisis. Si no es una situación de urgencia, le daríamos información de recursos y derechos, apoyo psicológico.
En caso de que la mujer tenga hijos, lo principal es aplicar medidas urgentes de guarda y custodia.
Si hay lesiones, la llevaríamos al hospital y se hace un acompañamiento judicial. En caso de que no haya lesiones, la policía recaba información y detiene al agresor si procediera.
Si la víctima quiere denunciar, acude a Comisaría y se le da apoyo jurídico e información. Si no quiere denunciar, le aplicaríamos un Plan de Protección y Seguimiento individualizado con equipo de tratamiento familiar.
Una vez que haya denunciado, si quiere seguir en su casa se le aplica el Plan anterior y en caso contrario, se le lleva a casa de unos amigos o familiares (si dispone de estos recursos). Si no dispone de ello, se le da un alojamiento de urgencia. Una vez aquí, si no necesita otro alojamiento se le pone un servicio de telealarma y si lo necesita, se le lleva a pisos tutelados, casas de acogida o centros de recuperación. Aquí se le dará una atención psicológica, formación para el empleo, orientación laboral.
Es importante que el profesional guíe a la persona en todo el proceso e intentar que ésta no renuncie a la mitad.
Para terminar, debo decir que me ha encantado la exposición, pues en ella he aprendido muchas cosas que antes desconocía, además me ha llamado mucho la atención también la gran labor que están haciendo desde la Fundación Ana Bella. Sin más, os dejo una imagen que todos debemos tener en mente siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario